martes, 26 de mayo de 2009
La historia de Paul House
A medida que pasa el tiempo, se multiplican los casos que demustran la falibilidad del sistema penal norteamericano. El 13 de mayo pasado, otra persona que estuvo 22 años en el corredor de la muerte de Tennessee, por una violación que no cometió, fue exonerado por una prueba de ADN, promovida por Innocence Project, la institución que se dedica a demostrar la falta de participación de los condenados.
Paul House, recibió la noticia en su silla de ruedas, porque está enfermo hace varios años de esclerosis múltiple. El hecho ocurrió en 1985, y recién ahora se demostró que los restos biológicos encontrados al lado de la occisa, pertenecían a su marido.
En su primera entrevista, luego de la exoneración, calificó de "idiotas" a los operadores del sistema judicial que lo enviaron a la cárcel. Luego de tantos años yendo y viniendo hacia una muerte injusta, no parece un adjetivo muy fuerte.
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