La criminología ha gastado cientos de hojas para demostrar las razones por las cuales las personas infringen la ley penal. Es una de las primeras preguntas que se plantean los alumnos de pregrado y que no tienen respuestas claras, pero la practica forense y la experiencia mas que la teoría, terminan por dar elementos muy valiosos a la interrogante.
Existen perfiles arquetipicos para los delitos. Asi como de la mano de la expansion del derecho penal, en tipos como la apropiacion indebida a menudo habra un empresario con malos negocios, en los delitos contra la propiedad, las caracteristicas comunes son muy marcadas y persistentes.
Se trata de personas que en general cumplen las siguientes condiciones: jovenes, provenientes de las capas sociales marginales, con escasa educacion formal, desertores a temprana edad del sistema, provenientes de familias desmembradas y que producto de su falta de entrenamiento en algun oficio realizan esporadicamente actividades mal remuneradas, sin derechos laborales.
La gran mayoria solteros e incapaces de sostener un nucleo parental, en numerosas ocasiones exhiben severos problemas de drogadiccion e inevitablemente han escalado desde hurtos menores, hasta formas agravadas con violencia o intimidacion.
A medida que pasa el tiempo, he llegado a dos conclusiones importantes: en primer lugar, estamos pidiendo al derecho penal, respuestas que no puede dar, el castigo es el castigo, no termina con el fenómeno criminal; y segundo, bastaría con mejorar el sistema educacional, combatir la deserción escolar y propender al pleno empleo, para ver reducidas notablemente en el mediano plazo las estadisticas de delitos contra la propiedad, pero claro, el mejoramiento de las condiciones sociales y el otorgamiento de reales oportunidades a los mas vulnerables, no es tarea de los penalistas, ni de los jueces, ni del Codigo Penal.
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