lunes, 15 de noviembre de 2010

Como Kirchner designó a Zaffaroni para la Corte Suprema de Argentina

Cuando falleció el ex Presidente argentino Nestor Kirchner, los diarios entrevistaron a muchas personalidades, que hicieron reseñas y semblanzas. Una de las más interesantes, fue la entrevista que el Diario Página 12 de Argentina hizo al Dr. Eugenio Raul Zafaronni, quien fue designado Ministro de la Corte Suprema, por el extinto mandatario.


Para muchos, era una incognita, cómo el Dr. Zaffaroni había sido el elegido, en un tiempo donde la seguridad ciudadana, el endurecimiento de las penas y la prisionización, alentaban los debates públicos. La entrevista es esclarecedora, cuando cuenta el diálogo que sostuvieron el entonces mandatario y el nominado:


–¿Y cómo llegó a ofrecerle un lugar en la Corte?
–La verdad es que yo nunca había soñado con integrar la Corte, más aún, considero que conforme a las pautas tradicionales, nunca había “hecho los deberes” para eso. No cultivé la imagen del “mesurado”, no lo soy mucho que digamos en algunos aspectos. Un buen día me llamó un ministro de Kirchner y me invitó a ir a verlo con cierta urgencia. Creí que tenía algún problema que resolver. En cuanto llegué, me largó que habían hablado y si yo aceptaría ser ministro de la Corte.
–¿Usted cómo reaccionó?
–Me quedé mudo, primero porque no tenía idea de lo que Kirchner imaginaba que ocurriría al proponerme, segundo porque era algo que nunca había entrado en mi proyecto existencial. La verdad es que me asumo como un tanto transgresor, pero sólo un presidente más o menos simétrico (o que me superase) podía proponerme. Al día siguiente conversé con Kirchner y, sinceramente, le pregunté si realmente me conocía, no quería hacerle asumir riesgos en que no hubiese calculado o pensado. Mi pregunta la tomó a broma, pero en realidad iba en serio. Creo que en análogo tono me respondió que me quedase tranquilo, que me conocía bien y por eso me propondría.
–¿Por qué aceptó si no lo tenía en los planes? ¿Qué le atrajo?
–Hay ofrecimientos que imponen deberes. Si alguien critica no puede negarse cuando le dicen que entre al ruedo, de lo contrario pierde legitimidad. En ese momento dije que era una “carga pública”, y lo sigo pensando. Hace exactamente siete largos años, desde el 31 de octubre de 2003 que vengo sintiéndolo, no lo dudes.


La entrevista completa, en este link. 



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