El peligro del juez mediático, es la crítica pública, sobre todo cuando en sus funciones ha sido particularmente severo, con quienes juzga. Baltasar Garzón, es probablemente el modelo de aquel que cimenta su fama en las decisiones que toma en su despacho. Pero eso tiene un costo, porque tarde o temprano alguien le pasa la factura.
En España, sectores cercanos al Partido Popular, han develado que Garzón cobró 203.000 dólares por docencia en el Centro Rey Juan Carlos I de España y en el Centro Derecho y Seguridad, ambos dependientes de la Universidad de Nueva York, durante 15 meses que estuvo de permiso. El problema es que su ausencia autorizada, habría sido un ardid para continuar cobrando su sueldo de juez, lo que no habría resultado, de estar en funciones.
La edición de hoy, del diario "El País" de España ha editorializado el tema bajo el título sugerente de "Las trampas de Garzón envilecen a la judicatura". El mediático juez, aspira a presidir la Audiencia Nacional, y actualmente está persiguiendo a un grupo de miembros del Partido Popular valenciano, precisamente en un asunto de probidad denominado "El caso Gurtel"
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