Sin duda que Carlos Pinto es el periodista chileno que más éxito ha tenido con sus programas que muestran a infractores de ley, condenados y hechos violentos. Pero ha sido víctima de su propio reality, porque un juez lo ha condenado por el delito de injurias a 300 días de pena remitida y al pago de una multa de 300 unidades tributarias mensuales, que si no son pagadas pueden convertirse en un día de reclusión por cada quinto de unidad tributaria mensual.
Todo ocurrió el año 2000 en el programa "El día menos pensado". La trama contaba un caso de homicidio, en que una medium -sí, lo que lee, una "medium"- acusaba del crimen al esposo de la difunta, quien luego de ver el programa se querelló contra el periodista.
De paso queda claro que la "medium" no es una prueba aceptable para determinar la autoría de un crimen. Esta afirmación, que parece demasiado obvia, debe hacerse porque es sabido que en algunas investigaciones se ha recurrido de manera subrepicia o abierta a estos métodos. El caso pone en el tapete los límites de la actividad periodística a la hora de montar programas que intentan validar seudociencias en cuyo nombre se han cometido muchos errores e injusticias, o atribuir la comisión de delitos a personas.
Sobre el hecho de preguntar a una "medium" para determinar al autor de un hecho penal, la sentencia señala:
...este argumento precisamente denota una mayor irresponsabilidad en la emisión de dicho programa, ya que, sin asidero alguno, se imputan hechos delictuales, basado en una simple visión de una persona que supuestamente tiene habilidades paranormales y contradiciendo los antecedentes asentados en el proceso judicial respectivo, que en su oportunidad, se llevó sobre la muerte de la cónyuge del querellante.
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