Cada cierto tiempo, los debates giran en torno a cual es la capacidad del ser humano de hacer daño a otro. "No entiendo como es capaz de..."; "Pero cómo es posible que haya actuado así", son las frases recurrentes cuando los medios dan cuenta de un hecho atroz contra otro ser humano.
La Psicología -para algunos una pseudociencia- ha intentado explicar el asunto mediante estudios empíricos. Ponen a un grupo de personas comunes y corrientes, sin compromiso delictual, a torturar a personas que en realidad son actores que fingen el dolor, y se les otorgan los medios para aplicar descargas eléctricas que ellos no saben que son falsas. Este experimento fue realizado por la Asociación Estadounidense de Psicología y da cuenta que el 70% de los participantes fueron capaces de convertirse en torturadores.
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