Las huellas del pasado y la culpa,son los temas que Clint Eastwood, el director, aborda en esta película donde tres amigos de infancia se reencuentran luego de muchos años, y con destinos muy diferentes. Uno (Sean Penn), es el ex presidiario que ha perdido a su hija brutalmente asesinada; otro (Kevin Bacon) es el policía que investigará el crimen, y el otro (Tim Robbins) el retraído amigo que vivió un episodio de abuso conocido por todos.
Basada en un libro de Dennis Lehane, cuenta con un elenco de grandes nombres, pero muy diferentes personajes, que giran en torno a las sospechas que recaen sobre uno de los amigos, horadando confianzas entre seres humanos tan falibles como víctimas y como victimarios. Una buena cinta que demuestra lo frágil de las ideas preconcebidas, y que ante crímenes atroces, o investigaciones cruzadas por sentimientos filiales, nada es lo que parece.
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