miércoles, 7 de mayo de 2008

¿Y si la ambición rompe el saco?


John Grisham, el Rey Midas de los best sellers sobre abogados, nos cuenta la historia de Clay Carter, un ambicioso joven especializado en las demandas por daños causados por medicamentos. Después de montar una bien aceitada maquinaria para reclutar posibles demandantes, emprende una batalla luego de descubrir que un joven acusado de asesinato se encontraba bajo los efectos secundarios de un fármaco experimental. Y así pasa de una gris carrera a ser "El rey de los pleitos". La ambición del personaje principal, no es distinta de la que muchos ven en la profesión, que seguro les reportará monstruosas ganancias, pero nadie tiene clavada la rueda de la fortuna, en una actividad donde la sorpresa hace cambiar el panorama en una decisión mal tomada.

El área de los daños farmacéuticos, tiene un gran desarrollo en Estados Unidos. Una gran empresa es siempre un gran botín a la hora de interponer una demanda. En internet existen páginas que difunden la forma legal de actuar cuando se ha ingerido un remedio defectuoso. Pero no todo lo que brilla es oro, como lo experimentó en carne propia el bueno de Clay.

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