Las redes sociales se han convertido en espacios virtuales para reunirse y compartir, anunciando que la web será el modo de comunicación por excelencia entre los seres humanos, como una proyección del mundo global que nos toca vivir. Con ella vienen los riesgos y la consiguiente reacción estatal para castigar. Esta semana, conocimos la historia de Lori Drew, una mujer de 49 años que a través de la red MySpace, se registró con un nombre falso, haciéndose pasar por un adolescente de 16 años. Entabló una relación de amistad con Megan Meier, de 13 años, a quien enamoró y luego rechazó diciendo que el mundo sería un lugar mejor sin ella, lo que llevó a la chica a suicidarse en su habitación.
La mujer ha sido acusada de conspiración y por acceder a ordenadores protegidos para obtener información con ánimo de infligir dolor emocional. En Chile un caso así estaría exento de castigo, porque no existen tipos penales aplicables al caso. ¿O no? El asunto es que la niña había tenido con anterioridad, severos problemas sicológicos. La pregunta es ¿la presunta inductora conocía tales características de su "víctima"?
Quizá llegue el día en que las redes sociales tengan advertencias del tipo: "depresivos abstenerse de usar la red"
La historia si haces click aquí.
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