miércoles, 11 de junio de 2008

La tercera es la vencida


Las necesidades de seguridad, han motivado en Chile múltiples debates sobre las medidas más efectivas para evitar la ocurrencia de ilícitos penales. La más popular,propone encerrar definitivamente a quienes son condenados por tercera vez. Se trata de una iniciativa norteamericana que fue implementada en 1994 en varios estados y que alcanzó el rango de ley federal, bajo el nombre de “three strickes and you are out”, como en el beisbol.

En 1995, durante la campaña presidencial, cuando la seguridad pública una vez más motivaba ásperos debates, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) entregó un estudio titulado ¿Es la cárcel solución para la delincuencia?, elaborado por Lucía Dammert y Javiera Díaz, donde desmitificaba la herramienta, y daba múltiples razones para instar por su rechazo. Ya en ese tiempo se afirmaba que el país tenía un alto índice de encarcelados, que nos situaban en tercer lugar en latinoamérica, como el país con mayor tasa de presos por cada cien mil habitantes, después de Panamá y Puerto Rico.

Los 10 problemas de "la tercera es la vencida", eran los siguientes:

1. Es una ley antigua disfrazada en una nueva ley.
Desde siempre las cortes han aplicado sentencias más severas por ofensas repetidas.

2. Es una ley que no busca detener los crímenes más violentos.
Muchos de los crímenes violentos son no premeditados.

3. Podría motivar un incremento de la violencia.
Mayor resistencia al arresto, o asesinar a los testigos durante la huida de la escena del crimen.

4. Sobrecargará al sistema judicial.
Los procesados por este delito tienden a solicitar juicio, sin llegar a acuerdos con la fiscalía.

5. Reduce la capacidad de jurisprudencia en los jueces.
Este factor hace que los elementos mitigantes no sean considerados en la sentencia.

6. Aumento del gasto costos del sistema carcelario.
El costo de prisioneros aumenta con la aplicación de sentencias extensas. Más aún, este costo se ve triplicado al tener que incluir servicios de geriatría.

7. Tiene un impacto desproporcionado sobre los ofensores que pertenecen a las minorías.
En el caso de Estados Unidos, se observa la masiva presencia de minorías raciales y étnicas en los sistemas carcelarios.

8. Se podrían imponer sentencias de por vida en ofensores cuyos crímenes no se relacionan con
la severidad en el castigo.
Delitos menores perpetrados por jóvenes pueden ser sujetos a esta ley, cuyo castigo podría condenarlos de por vida a un sistema carcelario.

9. Permite que el castigo arregle el crimen.
La sentencia debe ser proporcional a la gravedad del delito, al mismo tiempo que debe dar la oportunidad al ofensor de reparar el daño causado a la sociedad o a la víctima. Esta ley no garantiza el efecto reparatorio.

10. Esta ley no es una respuesta seria para el crimen.
Acciones de prevención del crimen deben ser tomadas en consideración.

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