¿Qué pensaría el subsistema (Jacobs: la opinión pública), de una persona con un gran prontuario que resulta lisiada luego de la huida de la policía? ¿Y si esa persona estaba con libertad condicional por una causa de drogas? ¿Y si más encima usaba nombres supuestos? Probablemente diría que merecido se lo tiene. Distinta es la opinión de un jurado de Nueva York que ha ordenado pagarle un millón de dólares de indemnización por brutalidad policial. Los agentes de la ley lo lanzaron de la azotea de un edificio, luego que el dominicano Juan José Araujo Severino huyera de ellos, asustado porque irrumpieron en su departamento. Y la sentencia se dictó mientras el afectado cumple condena por homicidio involuntario. Asegura que fue inculpado falsamente, para evitar el pago, por los actos que le dejaron expuesto a caminar con un bastón de por vida, luego de tres operaciones quirúrgicas.
El municipio de Nueva York, ha anunciado que apelará de la decisión. Mientras tanto Araujo, que está recluido en la prisión de Ricker Island en Queens, espera que el recurso sea rechazado, pero sin duda la sentencia demuestra que una persona siempre tiene derecho a justicia, más allá de las infracciones cometidas.
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